Actualmente las intervenciones de reconstrucción ósea están evolucionando conforme mejora la tecnología y el caso que les queremos mostrar trata sobre las planificaciones digitales a la hora de diseñar una malla de titanio 3D.
No existe discusión acerca de la importante revolución del mundo digital en nuestra profesión, esto no quiere decir que en muchos casos sea necesario combinar con fases analógicas y digitales, pero la tendencia a medida que mejoran nuestros escáneres intraorales es que lo digital será en poco tiempo la opción de elección principal.
Las razones para esto son evidentemente que mejoran nuestros diagnósticos, planes de tratamiento, minimizan la morbilidad al disminuir la agresión a los tejidos donde debemos actuar, y mejoran la predictibilidad al disminuir los tiempos quirúrgicos, como en el caso que vamos a presentar, mejoran los resultados de forma importante.
El caso que presentamos hoy en nuestra página es el empleo de una malla de titanio 3D en un paciente joven que después de fracasar sus dientes, se somete a un tratamiento con implantes, que también fracasa y proceden a la regeneración osea guiada con membranas y biomateriales. Lamentablemente el resultado también fracasó.


Al acudir a nuestra consulta, nosotros hacemos una radiografía 3D o CBCT y un escaneado intraoral para analizar el defecto óseo, con nuestra impresora 3D imprimimos el maxilar del paciente, donde comprobamos que no es posible colocar implantes nuevamente sin hacer un ensanchamiento de la cresta, así como un aumento vertical.



Enviamos a geistlich-bio-oss el CBCT y pedimos una malla de titanio 3D adaptada al defecto, . Ellos proceden a imprimir la malla de titanio y nos la envían. Con el modelo que teníamos impreso por nosotros verificamos su perfecto ajuste. Después esterilizamos la malla embolsada.


Procedemos con el paciente sedado, ( sedación intravenosa ), a diseñar un colgajo lo suficientemente amplio hacia mesial y distal del defecto y despegamos a espesor total, a continuación hacemos descargas en periostio que nos permitiran el avance coronal del colgajo, el objetivo es poder obtener un cierre pasivo de la herida quirúrgica.


Conseguido esta parte de la cirugía, la mas sensible, procedemos con un rascador óseo a recolectar partículas, que mezcladas con bio-oss y previa actuación para refrescar la cortical vestibular del defecto, colocaremos esta mezcla de biomaterial en primer lugar, después rellenamos la malla con biomaterial y posicionamos en su sitio, la fijamos con tornillo de osteosintesis bicorticalizandolo.



Ahora procedemos a cubrir la malla con membrana, que hidratamos con la sangre del paciente y finalmente efectuamos el cierre sin tensiones del colgajo.

Para el defecto colocamos en los dientes vecinos brackets y arco con falsos dientes, para no comprimir la zona de regeneración.


Cuando cumplan 6 meses de la cirugía el nuevo tejido óseo estará en condiciones para la colocación de los implantes dentales y su posterior rehabilitación con coronas protésicas, animamos a los lectores a que lean la continuación del caso en la futura publicación del blog.

